Mirador del Cantor
Mirador de la Curva del Cantor
Desde este mirador podrás ver el magnifico paisaje de Valle Verde con Otívar hacia la parte superior del valle y Jete hacia la parte inferior con distintas placas de pizarra con la siguiente información:
NATURALEZA
Otívar, paraíso natural, interior y tropical, situado a los pies de la Sierra de Cázulas y de los macizos del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
En las cotas bajas, podemos observar la presencia de palmitos, lentiscos y acebuches, dominados por pinares, principalmente “Carrascos”.
En las cotas medias reina la zarza, la cornicabra, el espino y encinas repobladas por el pino “Resinero”.
Y en las costas altas, se divisan arboledas de robles y tejos, que le dieron su nombre.
Arroyos, pozas y cascadas con troncos petrificados, se unen en la Junta de los Ríos, meta de senderistas y maravilla natural.
Como especies emblemáticas que albergan mayores densidades de España, el águila perdicera y la cabra montés, acompañados de otras menos significativas, como son el ciervo y el jabalí.
EL HOMBRE Y SU ENTORNO
Este mirador supone un merecido homenaje, al visible esfuerzo humano por dominar sus abruptos parajes, a base de “balates” de pizarras y rellenos, “acarreados” en los serones de las mulas, por hombres austeros de las pasadas generaciones.
El agua de sus cumbres eran conducidas a albercas, por inimaginables canalizaciones –a veces suspendidas- por los escarpados terrenos.
Hoy es generación de riqueza y cotas de calidad reconocidas de los frutales más representativos: chirimoyas, aguacates, mangos y especiales níspolas.
Bello y ejemplar compromiso de naturaleza y aprovechamiento humano, sufrimiento y generosidad de aquéllas generaciones, manteniendo un perfecto equilibrio entre hombre y naturaleza.
HISTORIA
Otívar nace de posibles asentamientos en la época pre-romana.
Origen íbero romano: “Río Alto”.
Romano (del latín altus, ot- y el ibero -ibar “río”: río alto) – Arabe, su Palacete de Cázulas – Mudéjar, su Iglesia del s. XVI.
Ruta tradicional entre mar e interior, para los arrieros que subían el pescado por la noche a la ciudad de Granada, ascendiendo veredas estrechas, peligrosas y empinadas.
Hombres no sometidos que se echaron al monte en 1.810, liderados por su Alcalde Juan Fernández Cañas, conocido como “Alcalde Caridad” o “tío Caridad”, para batir a los franceses y expulsarlos de toda la comarca, desde la Axarquía de Málaga hasta la Alpujarra Almeriense y Granadina, así como Dúrcal, Padul, Alhendin, Arenas del Rey, ….
Algunos, revolucionarios, en 1947 se unieron a los “maquis” de la Agrupación Guerrillera de Granada, como el caso de los hermanos “Duarte y Senciales”, “Teodoro”, “Cegovino”, “Avispa”, “Poleta” y “Pelandreras”.